Precalienta el horno a 350 0 F. Forra una plancha de hornear con papel aluminio, engrasa el papel con aceite vegetal en aerosol y deja aparte.

Mezcla la harina de tapioca y el polvo de hornear en un recipiente grande. Añade el queso y las yemas de huevo. Una vez que la masa forme una pelota, pásala a una tabla ligeramente enharinada y amásala con las manos hasta que se suavice, tenga una textura pareja y no quede pegajosa. Si no tiene consistencia o es muy dura para amasar, agrega la crema de leche, una cucharada a la vez hasta que quede moldeable.

Divide la masa en 10 pedazos iguales y dales forma de lunas o pelotitas. Colócalos a una pulgada de distancia entre sí sobre la plancha ya preparada y hornea hasta que los panecillos adquieran un tono dorado pálido (procura que no se quemen demasiado), de 15 a 17 minutos (deben quedar tiernos y suaves). Déjalos enfriar sobre una parrilla de 5 a 10 minutos y sírvelos calientitos.